Lectura: 1 Samuel 26.1-12
6 Entonces David dijo a Ahimelec heteo y a Abisai hijo de Sarvia, hermano de Joab: ¿Quién descenderá conmigo a Saúl en el campamento? Y dijo Abisai: Yo descenderé contigo.
7 David, pues, y Abisai fueron de noche al ejército; y he aquí que Saúl estaba tendido durmiendo en el campamento, y su lanza clavada en tierra a su cabecera; y Abner y el ejército estaban tendidos alrededor de él.
8 Entonces dijo Abisai a David: Hoy ha entregado Dios a tu enemigo en tu mano; ahora, pues, déjame que le hiera con la lanza, y lo enclavaré en la tierra de un golpe, y no le daré segundo golpe.
9 Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extenderá su mano contra el ungido de Jehová, y será inocente?
10 Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, o su día llegue para que muera, o descendiendo en batalla perezca,
INTRODUCCIÓN: Después de ver a David matar a Goliat nos damos cuenta que era un hombre atrevido. Lo difícil es encontrar a alguien que puede aguantar el ritmo de alguien como David. Las circunstancias también son difíciles, eran 3 mil hombres escogidos, guiados por un loco determinado. Hoy vemos el nombre de ese hombre que estaba dispuesto a soportar lo demandante de alguien como David y algunas de sus características.
- DISPUESTO A PELEAR v.6
No son muchos los que se atreven a pelear nuestras batallas, pero Abisai está dispuesto además de pelear a defender a su líder.
- DISPUESTO A ARRIESGARSE v.6
2 contra 3 mil, más un endiablado es arriesgado, pero Abisai no le temía a los riesgos que lo retaban.
- ATREVIDO v.8
Déjame acabar con él, el hombre más poderoso y temido solo a un atrevido se le puede ocurrir. No le teme a los grandes retos.
- DETERMINADO v.8
Lo clavaré en tierra con un solo golpe y no le hará falta un segundo son sus palabras, está listo, dispuesto, solo espera una orden.
CONCLUSIÓN:
- OBEDIENTE v.9
Pero sobre todo era alguien que se sujetaba a su líder, lo más importante era la voz de su líder.
Si vamos a estar en una visión, seamos personas con esas características, pero sobre todo que nos sepamos sujetar a las cabezas que Dios pone sobre nosotros.